DEGRADACION Y
BANALIZACION DEL ARTE
É del
poeta il fin la maraviglia:
parlo
de l´eccellente, non del golfo;
chi
non sa far stupir vada a la striglia.
(Giovan Battista Marino,
La Murtoleide, fischiata XXXIII)
INTRODUCCIÓN
Deslumbrado al contemplar los espectaculares avances
científicos y técnicos del mundo de hoy se me ocurrió compararlos con lo que
hoy llamamos arte. Durante años he observado la evidencia de los constantes
hallazgos y aportaciones de la ciencia, en contraste con los menguados
resultados en el pensamiento y en el arte. Hoy no estoy seguro de que esta
comparación sea una buena idea, aunque siga viendo avances en uno y degradación
en el otro; convencido de que vivimos una época de decadencia y que el esplendor
del verdadero arte ha llegado a su fin.
Bellas
Artes. ¿Por qué ese empeño en llamar a esos nuevos productos arte? ¿Dónde está
la belleza? ¿Dónde está la emoción? Al
contemplar el resultado de lo que se está haciendo, en muchos casos verdaderas
naderías, ¿merece la pena dedicarse al arte hoy? Como forma de ganarse la vida,
indudablemente, a algunos les va muy bien. Si a otros les divierte de verdad,
mi profundo respeto. A mi, como a la mayoría, me aburre profundamente. Por otra
parte ¿qué se puede esperar de algo para lo cual la aptitud y la habilidad son
considerados un lastre, en el que la norma, la disciplina y el oficio han sido
abolidos y en el que la novedad por si misma son casi el único valor?
Más imaginación, nos dicen. Nadie niega la importancia de este elemento
en toda verdadera creación. Pero hoy
vemos que, metidos en esa inercia de inventar sin más, ¿qué se consigue? ¿provocar, sacudir? Después de la primera sorpresa, ¿a quién
provoca ya, a quién sorprende?
En cambio,
¡qué distinto panorama en las ciencias!
-nadie puede dudar de su imparable caminar hacia las cumbres del
conocimiento, así como del continuo avance de la técnica, continuamente
maravillándonos con sus constantes hallazgos e innovaciones.
Del arte del pasado al arte de hoy: Dürer (1496) y Rothko (1949)
¿Tenemos posibilidad de elección en el mundo de hoy?
¿Estamos seguros de ser libres para escoger en una sociedad dominada por los
poderosos medios y las técnicas de manipulación? ¿Puede alguien sentirse seguro de no estar
manipulado? Publicidad y propaganda son
dos poderosos resortes que, junto con los medios de difusión en manos de unos
pocos, deciden lo que las masas deben pensar.
Con tal presión bien difícil es ser uno mismo y tener independencia de
criterio, ¿estamos siendo aplastados por el ambiente?
Desde el momento en que cualquier cosa es
considerada una obra de arte y en el que todos reverencian a sus autores como
creadores, ser un genio es lo primero.
Si no se te reconoce esa categoría no eres nadie en el ámbito
cultural. Una vez conseguido esto puedes
realizar los mayores disparates sin que nadie se atreva a discutirlos y será
unánime el respeto y la admiración de todos.
No podemos por menos de sentir perplejidad
al ver cómo el comercio, la expansión, la propaganda y la protección de este
arte por parte de organismos oficiales sigue en auge por doquier, después de
haber sido cuestionado y puesto en evidencia
por muchos intelectuales hace ya muchos años.
Alguien se preguntará para qué sirven estas
letras y cuál es la finalidad de este análisis. Seguramente también habrá
muchos que no estén de acuerdo con mi punto de vista. Simplemente quiero dejar constancia de mi impresión
al contemplar la realidad del arte contemporáneo.
No se me oculta, por otra parte, que la
manifiesta decadencia y degradación de algo tan importante como el arte sea
quizá un fenómeno inevitable, y que incluso presagie el final de una época
histórica.
Introducción
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III. Las causas
IV. Los creadores
V. La crítica
VI. El mecenazgo
VII. La Iglesia
VIII. El Estado